Ensayo ganador en el Concurso de Pensamiento Crítico 2019, organizado por la Institución Educativa Jhon F Kennedy.
A lo largo de los años han y siguen existiendo varias personas para las cuales entre más fácil se alcancen las metas y propósitos, es mejor. Tal vez son personas para las cuales la perfección y la monotonía son aspectos que contribuyen a mejorar el diario vivir y que las dificultades son terribles enemigos que solo se encargan de destrozar los días. Pero también hay un segundo tipo de personas para las cuales la dificultad es un aliado y confidente, y creen que en muchas ocasiones han sido afortunadas en la vida porque nada se les ha sido fácil, porque lo que han alcanzado y logrado ha sido con mucho esfuerzo y dedicación. Este segundo tipo de personas describen en definitiva al gran filósofo, escritor y pedagogo, Estanislao Zuleta.
Realismo y objetividad, dos palabras que reúnen lo descrito por Zuleta en su discurso “Elogio a la dificultad”. Este discurso se identifica ampliamente con mi pensamiento, ya que concuerdo con sus posturas donde nos expone que la dificultad no nos conduce a un camino oscuro y perturbador, sino que por el contrario, es la mejor oportunidad de dar a conocer las capacidades y habilidades que poseemos, demostrando que somos aptos para alcanzar nuestros propósitos con esfuerzo y arduo trabajo, dejando de lado el facilismo que muchas veces nos conduce a la mediocridad.
“Hay que poner un gran signo de interrogación sobre el valor de lo fácil; no solamente sobre sus consecuencias, sino sobre la cosa misma, sobre la predilección por todo aquello que no exige de nosotros ninguna superación, ni nos pone en cuestión, ni nos obliga a desplegar nuestras posibilidades. Hay que observar con cuánta desgraciada frecuencia nos otorgamos a nosotros mismos, en la vida personal y colectiva, la triste facilidad de ejercer lo que llamaré una no reciprocidad lógica, es decir, el empleo de un método explicativo completamente diferente cuando se trata de dar cuenta de los problemas, los fracasos y los errores propios y los del otro cuando es adversario o cuando disputamos con él.” (Zuleta, 1980)
Como nos deja ver Zuleta, él va en contra de estilos de vida sin búsqueda de superación, caracterizados por la ausencia de riesgos y lucha. El autor expresa la escasez de pensamiento de gran cantidad de la población, ya que en ellas abundan ideas de alcanzar un deleite total por medio del facilismo, subestimando el verdadero significado de la vida que es esforzarse y vivir las distintas travesías que hacen que la vida cobre sentido.
En general, considero que es un ensayo que rompe esquemas, con una postura polémica y realista que demuestra el comportamiento de la sociedad actual donde la mayoría tiende a optar por el facilismo y la mediocridad. En este texto se evidencia cómo Zuleta capta la realidad de una manera peculiar en la que demuestra que la dificultad puede ser nuestro mejor aliado. Este ensayo contribuye a la construcción de un pensamiento caracterizado por la búsqueda de sus objetivos trazados, pero de una manera distinta, ya que nos enseña cómo lo difícil genera una mayor satisfacción.
En mi opinión, estoy de acuerdo con lo postulado por Zuleta en cuanto al medio para la obtención de lo anhelado, ya que las dificultades hacen parte de la vida y son ellas las que nos permiten desarrollar todas nuestras habilidades para alcanzar un propósito. Las personas a las que nada se les ha sido fácil se pueden considerar “afortunadas”, porque como dijo Cicerón, “Cuanto mayor es la dificultad, mayor es la gloria” y para ellas debe haber una satisfacción formidable a la hora de cumplir lo deseado”.
Hay que ver la dificultad como un amigo, confidente y aliado el cuál ira de la mano de cada uno, no para estropear el camino, sino para ayudar a sacar lo mejor de cada persona, para que de esta manera pueda alcanzar sus metas y sueños propuestos, dándole a conocer que el único límite que existe es el que la misma persona se coloque. La dificultad y la vida son un dúo inseparable y exitoso, porque, qué sería de la vida sin la dificultad, misterio, duda e incertidumbre en ella. Lo complejo radica en valorar positivamente a la dificultad, no como un mal menor y un hecho horripilante, sino como lo que enriquece y le da luz a la vida e incentiva el conocimiento y el pensamiento, como aquello sin lo cual una población oscilaría en el eterno mundo del aburrimiento. Sería una vida sin sentido ni adrenalina, donde no habría cabida a los obstáculos que son los que brindan una sensación inigualable a la hora de superarlos.
Pero, por otra lado, no comparto la opinión del autor en cuanto a la sensación negativa de la perfección y el desear siempre lo mejor, porque considero que la cuestión no está en lo que anhelamos, sino en cómo lo queremos alcanzar. Porque respecto a lo que pienso, anhelar y desear lo positivo, inalcanzable, bondadoso y virtuoso es lo que genera una pasión en el ser humano, lo cual lo impulsa a conseguir sus metas y propósitos, poseyendo sentimientos que lo conducen a realizar acciones caracterizadas por la dificultad, valentía y esfuerzo.
En conclusión, considero que este ensayo tiene un carácter trascendental, ya que según lo expuesto, considera que hay que poner una incógnita indudable al valor de lo fácil, ya que todas las acciones realizadas por esta vía contribuyen a la construcción de una sociedad con indisposición a todo aquello que requiera de un mínimo esfuerzo, careciendo de pensamientos de superación y desperdiciando múltiples capacidades intrínsecas al ser humano. También recalco la invitación que realiza este pensador al proponer que hay que desentenderse del actuar facilista en los ámbitos de la vida, a partir de asumir la responsabilidad por el propio Ser. De esta manera este texto ilustra y enseña varios aspectos los cuales permiten la edificación de una sociedad carente de hábitos que solo la conduzcan al fracaso y mediocridad, y que perjudican tanto a la comunidad. Resalto la manera moral y realista del texto, el cuál hace una evidente incitación en cuanto a abolir actitudes facilistas que tanto se aman y aprecian, y a obligar a buscar los objetivos por una alternativa donde se presente y destaque la importancia del esfuerzo y arduo trabajo, esenciales para la superación del ser humano. Si la sociedad actuara con base a estos postulados, nuestro presente sería algo totalmente distinto.
MARÍA FERNANDA PADILLA JAIMES
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