Por: Ricardo Andrés Molina Hernández
Podríamos decir que la filosofía es un arte, en el cual nos basamos para poder dar a entender nuestros pensamientos o nuestras ideas. No exige un método riguroso ni preciso, solo exige el uso de la razón.
Para los filósofos griegos la filosofía nació con tales de Mileto, por el siglo VII a. C., pero por mi parte, la verdad pienso que la filosofía nació desde que el humano empezó a preguntarse sobre cómo funcionaban las cosas a su alrededor. Podríamos decir que el hombre empezó preguntándose cosas muy existenciales como, por ejemplo: ¿Para qué estamos en este mundo? ¿Qué sentido tiene la vida?, ¿Qué es la verdadera felicidad y cómo se logra? Como estas preguntas, existen un montón más y para estas preguntas hay millones de respuestas, pero nunca una definitiva, que es precisamente lo característico del ejercicio filosófico.
Mucha gente podría decir que la filosofía no sirve para nada, que solo es una pérdida de tiempo conocer o mismamente estudiarla a lo largo de nuestra vida, pero la verdad se podría decir que la filosofía sirve para muchas cosas.
El ejercicio filosófico puede empezar desde que somos pequeños, cuando un niño comienza preguntado sobre todo lo que sucede a su alrededor. Él es un filósofo en potencia. Será decisión de los padres o adultos si quieren que ese pequeño filósofo muera ahí o podrían seguir alimentando la curiosidad que todos alguna vez tuvimos y que murió en el momento en que nos dijeron que dejemos de hacer tantas preguntas.
Todavía me acuerdo de las preguntas que le hacia a mi mamá cuando era pequeño como, por ejemplo: ¿Por qué el cielo es azul?, ¿Por qué debemos dormir?, ¿Por qué nacemos? Aunque ya supiera la respuesta de mis inquietudes, quería saber cómo pensaba mi madre sobre mis preguntas, a las cuales muchas veces me daba la respuesta que esperaba o me sorprendía con lo que me decía. Recuerdo que a una de estas preguntas me dijo “El cielo es azul porque llegó tarde cuando estaban repartiendo los colores”; en ese momento empecé a preguntar por qué ciertas cosas eran de estos colores. Mi mamá nunca se quedaba sin respuesta, siempre sabía qué decirme dependiendo de mi inquietud.
Esto es lo que muchas madres o padres no hicieron con sus hijos, porque solo se cansaban de escucharlos y les decían que fueran a jugar o que dejaran de hacer tantas preguntas; en este momento acaban con la carrera de ese pequeño filósofo y con la gran imaginación que puede tener un niño.
En realidad, no puedo decir con exactitud para qué sirve la filosofía en la actualidad; para esto debería empezar a filosofar en torno a esta pregunta y demoraría mucho tiempo, que es lo que más tuvieron los grandes filósofos para resolver sus dilemas. Lo que sí podría decir sobre la importancia de la filosofía en estos tiempos, es para poder identificar las corrientes filosóficas que seguimos o siguen personajes famosos. En lo personal siento que mi corriente filosófica es el estoicismo. ¿Pero… solo sirve para esto? La verdad no. La filosofía permite el cuestionarnos las tradiciones o la autoridad, y se preguntaran ¿cómo es eso? Pues es simple: un chico o joven, o inclusive un adulto preguntando por qué tiene que seguir la misma rutina todos los días; esto generara una duda insaciable que consumirá los pensamientos durante un tiempo, pero nunca se hallará una respuesta concisa, ¿o también cuando un grupo edénico cuestiona por qué seguir cierta tradición si no se sabe si dará frutos o no? Pues para esto sirve la filosofía, para cuestionarse desde cosas muy sencillas hasta cosas severamente complejas
En resumen, nunca encontraremos una respuesta exacta a nuestras dudas. Puede ser que esta ni siquiera sea la verdadera respuesta a la pregunta del inicio: “por qué es importante la filosofía en este tiempo”. Tal vez nunca lo sabremos con exactitud; solo queda seguir buscando la respuesta, aunque tal vez ni siquiera la encontremos, para que nuestras dudas o pensamientos queden plasmadas en la historia y las siguientes generaciones puedan lograr tener esta respuesta que para nuestra época fue una cuestión que consumió pensadores hasta el día que no pudieron seguir dando a conocer estas increíbles preguntas.
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